Zahara de la Sierra

Zahara de la Sierra, un pequeño municipio en la sierra de Cádiz, apenas supera los 1.400 habitantes en la actualidad. Sin embargo, el 28 de diciembre de 1481, este diminuto pueblo cambió la historia para siempre. Una pequeña escaramuza desencadenó una guerra de más de 10 años que culminó con la conquista de la ciudad de Granada por parte de Fernando e Isabel.

En los albores del siglo XIII, en el sur de la península ibérica, coexistían dos realidades: el territorio de la Corona de Castilla, en el occidente, y el Reino de Granada, en el oriente, gobernado por la dinastía musulmana de los nazaríes. Zahara, situada estratégicamente sobre una peña entre los ríos Guadalete y Bocaleones, era un punto clave en esa frontera. Los cristianos la conquistaron en 1407 y perteneció a la Corona de Castilla hasta que el rey granadino Muley Hacen decidió tomar la villa por sorpresa en 1481.

La toma de Zahara por parte de los nazaríes sorprendió a los Reyes Católicos, quienes respondieron con una ofensiva. Dos meses después, el 28 de febrero de 1482, lanzaron un ataque sobre Alhama de Granada, dando inicio a una guerra que duraría más de diez años y culminaría con la entrada de Fernando e Isabel en Granada el 2 de enero de 1492.

El intento de Muley Hazen de tomar Zahara tuvo graves consecuencias. Tras perder Alhama, su hijo Boabdil se rebeló contra él en una guerra civil que terminó con la muerte del primero en 1485.

En octubre de 1483, Rodrigo Ponce de León, bajo las órdenes de los Reyes Católicos, recuperó Zahara en una operación llena de leyendas. Según la tradición, los cristianos aprovecharon un método utilizado por la guardia musulmana para detectar intrusos en la peña del castillo y lograron tomar la fortaleza por sorpresa.

Cada año, en octubre, el municipio de Zahara recrea estos acontecimientos, implicando a todos sus habitantes en la conmemoración de un evento que marcó no solo la historia local, sino también la historia de España.