Historia de Benalauría

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Historia de Benalauría

La historia de Benalauría comienza con la invasión musulmana, ya que no existen datos ni restos arqueológicos que avalen la existencia de asentamientos anteriores. La presencia romana en el valle se fundamenta a través de la vía Genal-Turón, que conectaba Gibraltar con las planicies de Ronda. Los primeros pobladores de los que se tiene noticia son la tribu bereber Banu-l-Hawariyya, quienes dieron nombre al pueblo. Estos habitantes se establecieron en la ladera, construyendo bancales de regadío bajo los manantiales, formando una «línea de rigidez» que definía los riegos por gravedad.

Conquista Cristiana y cambios demográficos

Tras la conquista cristiana, los moros permanecieron en calidad de mudéjares bajo la jurisdicción de los Condes de Feria. Sin embargo, después de varias revueltas, la expulsión definitiva de los moriscos tuvo lugar en 1570. Benalauría fue entonces ocupada por cristianos provenientes del valle del Guadalquivir y Sierra Morena, quienes continuaron bajo jurisdicción señorial, con las casas de Alcalá y de Medinaceli.

Siglo XVIII: crecimiento y desarrollo

En el siglo XVIII, la población de Benalauría creció de 383 a 885 habitantes en 1787, impulsada por las favorables condiciones económicas de la época. Este crecimiento propició la expansión del cereal y la arboricultura, especialmente del viñedo y el olivar. Durante este periodo se construyeron almazaras de sangre e hidráulicas, se reconstruyó la iglesia y se realizaron obras en la plaza, incluyendo la construcción del Ayuntamiento y el Pósito de Labradores. Este conjunto arquitectónico dieciochesco aún se puede admirar hoy en día.

Siglo XX: máximo crecimiento económico y agrícola

El inicio del siglo XX coincidió con el momento de mayor crecimiento económico y agrícola de la zona. Benalauría experimentó un auge en la producción agrícola y en la construcción de infraestructuras, consolidando su desarrollo económico.

Esfuerzos por preservar el pasado y la problemática urbana

Actualmente, gran parte del pueblo está dedicado a desenterrar y preservar su pasado, con excelentes resultados visibles en el Museo Etnográfico. La estructura industrial de Benalauría incluye cuatro molinos de aceite dentro del pueblo, dos en la sierra (uno de ellos de trigo) y otro junto al Genal. Sin embargo, el desarrollo urbano enfrenta dificultades debido a los conflictos hereditarios que dificultan encontrar casas disponibles para el turismo. A pesar de estos desafíos, el municipio se esfuerza por mantener los encantos de sus sinuosas y estrechas calles, evitando un crecimiento que comprometa su carácter histórico.

Economía contemporánea: artesanía y productos únicos

La economía de Benalauría se basa en la artesanía, destacando la talla de madera, así como trabajos en piedra, barro y cuero. La madera utilizada proviene del castaño, podado para favorecer su cultivo. Una particularidad de Benalauría, compartida con Parauta, es la elaboración del «marrón glacé», un exquisito producto de confitería que añade un toque distintivo a la economía local.

La historia de Benalauría, desde sus raíces en la tribu bereber Banu-l-Hawariyya hasta su desarrollo contemporáneo, refleja un viaje fascinante a través del tiempo. Este pueblo del Valle del Genal ha sabido preservar su rica herencia cultural y arquitectónica, al tiempo que se adapta a las demandas económicas actuales. La combinación de su singular urbanismo, su dedicación a la artesanía y su compromiso con la conservación de su pasado hacen de Benalauría un lugar único y encantador en Andalucía

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